En la autopista México-Pachuca, cerca de Ojo de Agua, Tecámac, ocurrió un suceso que ha conmocionado al país. Un joven de 17 años, identificado como Gonzalo, viajaba junto a su padre en una camioneta de carga cuando fueron interceptados por presuntos delincuentes que se desplazaban en un vehículo negro con vidrios polarizados. Según los primeros reportes, los atacantes intentaron detener la camioneta en lo que parecía ser un intento de robo o una maniobra típica de “montachoques”, una modalidad en la que los criminales provocan accidentes para extorsionar a los conductores.
Ante la amenaza, el padre pidió a su hijo que grabara a los sospechosos con su teléfono móvil, con la intención de obtener evidencia. Gonzalo, obedeciendo la solicitud, comenzó a capturar imágenes del vehículo sospechoso desde la camioneta, enfocando la cámara hacia el espejo lateral derecho. Fue entonces cuando el auto negro aceleró para emparejarse con la camioneta. Los delincuentes abrieron fuego de manera repentina, destrozando la ventana y alcanzando al adolescente.
El impacto de los disparos dejó al joven malherido, mientras su padre, en estado de desesperación, gritaba pidiendo ayuda. La angustia del momento quedó plasmada en una grabación que más tarde se volvió viral en redes sociales, despertando una ola de indignación entre la población. Se podían escuchar los desgarradores gritos del padre, rogando por una ambulancia mientras golpeaba el vehículo con impotencia. Testigos del incidente llamaron a los servicios de emergencia, y aunque Gonzalo fue trasladado de urgencia a un hospital cercano en Tecámac, no logró sobrevivir a las heridas.
Este trágico evento ha puesto de nuevo en el centro del debate la seguridad en las carreteras de México, especialmente en rutas muy transitadas como la México-Pachuca, donde se han reportado múltiples casos de violencia e inseguridad en los últimos años. Las autoridades han iniciado una investigación para identificar y capturar a los responsables, utilizando las grabaciones y otros elementos como parte de las pruebas.
Hasta el momento, las autoridades manejan dos hipótesis principales: un intento de robo frustrado o la posibilidad de que los delincuentes pertenecieran a una red de “montachoques”. La indignación pública ha llevado a exigir medidas urgentes para reforzar la seguridad en las carreteras, con propuestas que van desde el aumento de patrullajes hasta la instalación de cámaras y arcos de seguridad a lo largo de la autopista para prevenir futuros incidentes.
La tragedia de Gonzalo resuena no solo como un acto de violencia, sino como un recordatorio de la vulnerabilidad de los ciudadanos en situaciones cotidianas, y subraya la necesidad imperiosa de que las autoridades redoblen esfuerzos para garantizar la seguridad de quienes transitan por las carreteras del país.
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